- Cerro lopez - Circuito 3 lagos - Cerebro -

Luego de una larga noche de fiesta y jolgorio, volviamos al hotel (todo´ lo´ mono´) hecho cuero, entonces nos poniamos a charlar con las chichi sobre la escurcion del dia, CERRO LOPEZ. Primera sorpresa:
(relato mantenido entre el ¨galgo¨ gasparin y ¨chupete¨ Monjes):
- Vamo´a dormir galgo ...- decia chupete.
- No podemos, ta´ ocupada la pieza ... - respondia galgo.
- La CON### DE LA LORAAAAAAAAAAAAAAAAAAA !!!!!.- chupete.
La mayoria (de los que dormiamos en la 304)nos quedamos en el hall del hotel sin dormir, ya que nuestras cuchas estaban ocupadas por personas (juan) que quien sabe que cosa estarian haciendo con otra/s persona/s del sexo opuesto. Como principal damnificado (y buen amigo) me quede toda la ¨night¨ restante despierto, eso si, tuve mi recompensa... Desayune dos veces !!!. LLego la hora de levantarse, y los pibes bajaban las escaleras con una caripela, principalmente nuestro querido ¨amigo¨ J.P. que no pudo enterrar la batata. Luego de desayunar nos sentamos a esperar las camionetas, cuando las vimos llegar cuan sorprendido me senti , que al verlas, en vez de camionetas (algunas) parecian rastrogeros. Nos las pintaron de super camionetas, y casi me tuve que poner la antitetanica antes de subir. Pero como somos de la enes y nos vancamos cualquier cosa, nos subimos y emprendimos viaje. Al comenzar a subir al cerro Lopez, los caminos eran vastante anchos, pero cada vez que subiamos un poco mas, los caminos se volvian estrechos y pasabamos ahí loco..., ahí de lo´ precipicio. Luego del sogaca llegamos a destino, comienzo de la guerra de bolas de nieve... Ahí todos contra todos. Claro que estaban aquellos que le/s tiraban a la/s chica/s que le gustaba/n. Por ejemplo: Pedro les tiraba a todas (hasta a los vagos). Gaston a Virginia. Santi a la prima del anterior. Y a mi (Enzo) me tiraban todas las chicas... Luego llego la foto, primero todos juntos (poner cara de coincidencia) y despues los cursos por separado. Despues de todo el descachengue, empezamos a subir cuesta arriba hasta que nos pudrimos y dijimos basta, seguido de esto, cuando estamos bajando, empezo la guerra de nieve, nuevamente. Al llegar al lugar donde se encontraban las camionetas nos dimos cuenta que faltaban algunos vaguitos. Era que estaban tan garroteados de la noche anterior que siguieron por otra parte. Casi se matan. Pasado todo esto no fuimos a tomar un chocolate caliente con facturas y dispué nos juimos pál telho. Volver